¡Bienvenidos!

Erase una vez un talaverano viajero, al que le encantaba descubrir lugares raros y diferentes. Era también muy de dar paseos y realizar largas rutas entre pueblos, provocando a veces el temor de sus familiares por lo que le pudiera acontecer durante dichas caminatas. Como otra de sus aficiones era la historia egipcia, solía apodarse Ramsés, en honor al tercer faraón de la Dinastía XIX.

Con el paso del tiempo, a Ramsés le creció una nuera bloguera muy aficionada a sus viajes. De esta sinergia suegro y nuera surgió este blog, que no pretende sino contar a todo el que quiera escuchar (o más bien leer), las raras rutas de Ramsés por la geografía española (y en especial por la provincia de Toledo).

lunes, 17 de septiembre de 2012

El orfanato de San Prudencio

Este viaje lo realizaron Ramsés y su compañero Paco, que es un artista haciendo fotos. Además contaron con la colaboración especial de Adalid, que fue quien les llevó hasta el lugar porque estaba algo escondido.

Al parecer el orfanato de San Prudencio fue construido entorno al año 1930 según les contó un pastor del pueblo cercano cuyo nombre es Cristino. Cristino tenía 14 años cuando lo construyeron y ahora tiene 74 años (un poco complicado, me parece a mi). Al parecer, las monjas traían a los niños huérfanos durante el verano.
Cristino en la puerta del orfanato
Para llegar al orfanato hay que tomar la Carretera de San Román. Al bajar el puente de la vía a la izquierda, antes de llegar a la urbanización Montecarlos hay que cruzar un canal y meterse por un agujero que hay en la alambrada. Al poco tiempo apareció el pastor que lleva a ahí un montón de años, y que estaba encantado de enseñarles el camino al orfanato.
Detalle del patio del orfanato

Detalle del patio, con su emparrado y bancos de piedra.
Según Ramsés, "Nos sentamos allí, en los bancos de piedra, a hablar con Cristino, y pensaba por un lado, que en los veranos, por las noches debían estar como en el paraíso, pero por otro lado, se mascaba en el lugar una sensación de tristeza". En todo caso, fue una tarde mágica, y guarda un buen recuerdo del viaje.
Detalle de la entrada del edificio principal
Detalle del trabajo de cerámica Talaverana
Taller E.Niveiro Romo
Como se puede observar, el reportaje fotográfico de este viaje es bastante extenso, principalmente gracias a Paco, que aprovechó, mientras Adalid y Ramsés hablaban con Cristino, para dejar constancia de todo lo que iban viendo. A continuación, la capilla del patio del orfanato desde distintos ángulos.




 


 


El edificio principal es lo que más abandonado parece estar, aunque si se tiene en cuenta que casi tiene un siglo, impresiona bastante.

  



  


Una de las habitaciones principales
Detalle de lo que parece uno de los dormitorios

Esta habitación da a la terraza que se ve desde la entrada

Placa que confirma la fecha de construcción del orfanato en 1930

 Baldosas de barro de una de las salas

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